Regresar

Design of a handbook with ludic activities and interactive games

Abstract:

La gente generalmente dice que enseñar un idioma extranjero es un arte. Si todo lo que quiere decir cuando dice que es una actividad altamente calificada que se aprende a través de la observación cuidadosa y la práctica del paciente, entonces, no hay nada peligroso dentro de la declaración. Pero el punto es que lo que a menudo está detrás del reclamo es que la ciencia y el arte son mutuamente excluyentes y que, por lo tanto, la ciencia no puede participar en la enseñanza de idiomas. Llamamos a una actividad práctica particular un arte cuando no puede llevarse a cabo con éxito siguiendo un sencillo conjunto de reglas, cuando nuestro conocimiento de todos los factores involucrados es incompleto y cuando, en consecuencia, muchas de las decisiones sobre cómo proceder deben dejarse a el conocimiento privado y la experiencia del practicante. La enseñanza de idiomas es este tipo de actividad. Implica un gran número de factores diferentes o, técnicamente hablando, variables, cuya importancia relativa o cuyo valor, incluso si todos supiéramos, aún no pueden evaluarse o medirse (cuantificarse) fácilmente. Por todo lo anterior, la actividad de enseñanza de idiomas no se puede simular en una computadora, es decir, se puede modelar matemáticamente o se puede reducir a un conjunto sistemático de procedimientos lógicamente relacionados. Pero como no todas las variables son conocidas, cuantificadas y controlables, no significa que ninguna de ellas sea mensurable. Existen, por ejemplo, todos los factores que deben tenerse en cuenta en cualquier tarea docente: la aptitud y la personalidad de los estudiantes, sus capacidades intelectuales, su actitud o motivación para el aprendizaje. Estos son todos los aspectos que han sido investigados por psicólogos educativos y, al menos, algunos de ellos son ahora descriptibles, mensurables y controlables.