Impacto de la obesidad como factor de riesgo en pacientes con evento cerebro vascular de enero del 2013 a enero del 2014 en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo (IESS)


Abstract:

En neurología la enfermedad cerebro vascular (ECV) también se denomina evento cerebrovascular o accidente cerebrovascular (ACV) que se define como un síndrome clínico caracterizado por el rápido desarrollo de signos neurológicos focales que persisten por más de 24 h, sin otra causa aparente que el origen vascular. (1) La enfermedad vascular cerebral causa en los países desarrollados entre el 10 y 12% del total de las muertes, ocupando el tercer lugar como causa de muerte después de la enfermedad coronaria y el cáncer. (2) Se conoce que existen factores de riesgo que pbkp_redisponen un ECV, entre los cuales encontramos la edad, el sexo, sedentarismo, malos hábitos alimenticios, obesidad, tabaquismo, estrés excesivo, hipertensión arterial, diabetes mellitus, hiperlipidemia, traumatismos craneales, malformaciones arteriovenosas, arritmias cardiacas. (4) Se ha observado una asociación entre la obesidad y un mayor riesgo de ictus, lo que puede deberse a su frecuente asociación con la HTA, la dislipidemia, la hiperinsulinemia y la intolerancia a la glucosa. La obesidad abdominal (aumento del índice cintura-cadera) se ha asociado con un incremento del riesgo de ictus isquémico de hasta tres veces, sobre todo en varones. (11) La enfermedad vascular cerebral (EVC) es uno de los problemas más importantes de salud pública en el mundo, por las implicaciones económicas, sociales y de salud. (9) La clasificación más sencilla de las enfermedades cerebrovasculares (ECV) es la que hace referencia a su naturaleza, que la divide en dos grandes grupos: Isquémico y Hemorrágico. La gran mayoría, aproximadamente el 80% de los ictus, son de naturaleza isquémica. (11) En el ataque isquémico transitorio (AIT) no existe daño neuronal permanente. La propuesta actual para definir al AIT establece un tiempo de duración de los síntomas no mayor a 60 min, recuperación espontánea, y estudios de imagen (de preferencia resonancia magnética), sin evidencia de lesión. (10) El infarto cerebral es el conjunto de manifestaciones clínicas, de neuroimagen o patológicas que aparecen como consecuencia de la alteración en el aporte sanguíneo a una zona del encéfalo, lo que produce una necrosis tisular y determina un déficit neurológico focal habitualmente de duración mayor de 24 horas. (11) Los infartos cerebrales pueden subdividirse con base en diferentes parámetros; la clasificación de TOAST, es la más utilizada, y define 5 grupos: aterotrombótico, cardioembólico, lacunar, de causa rara, de causa indeterminada. (10) El diagnóstico de la enfermedad vascular cerebral isquémica se realiza al inicio con la identificación de signos y síntomas de déficit neurológico. En el paciente con sospecha de IC, los estudios de imagen son indispensables; la tomografía axial (TC) simple es el estudio de elección ya que es accesible y rápido. (10) La hemorragia intracerebral o hemorragia parenquimatosa es una colección hemática dentro del parénquima cerebral producida por la rotura espontánea (no traumática) de un vaso. Dependiendo de la topografía del sangrado, la HIC se puede clasificar en: profunda, lobar, cerebelosa, del tronco cerebral. (11) Universidad de Guayaquil IX En la hemorragia intraventricular el sangrado se produce de forma inicial y exclusiva en el interior de los ventrículos. Se denomina también hemorragia intraventricular primaria, en contraposición a la secundaria producida por extensión a los ventrículos de una hemorragia parenquimatosa. (11) Los síntomas se presentan de forma súbita o de forma rápidamente progresiva. Es frecuente el déficit neurológico máximo al inicio, así como síntomas acompañantes sugestivos de aumento de la presión intracraneal (PIC) tales como cefalea, nausea y vómito. La HIC supratentorial puede presentarse con déficit neurológico sensitivo-motor contralateral. Las infratentoriales con compromiso de nervios craneales. (10) La TC y la IRM son de gran utilidad para confirmar su diagnóstico, determinar su tamaño y localización. La TC sigue siendo el estudio de elección por su alta sensibilidad y especificidad. La hemorragia subaracnoidea puede ser espontánea o no traumática. Se define como la presencia de sangre en el espacio subaracnoideo. El 80% de los casos son secundarios a ruptura de un aneurisma congénito, tiene una alta morbimortalidad: el 45% de los pacientes fallece en los primeros 30 días y el 50% de los supervivientes evolucionan con secuelas irreversibles. (11) El síntoma cardinal de la HSA es la cefalea severa de inicio súbito, que el paciente describe como “la peor de su vida”, acompañada de náusea, vómito, fotofobia y alteración de la conciencia. (10) La TC confirma el diagnóstico de HSA desde las primeras 12 h en todos los casos; en el 93% entre las 12 a 24 h y en 50% en los 7 días posteriores. Aunque la angiografía cerebral se sigue considerando el estándar de oro para detectar aneurismas cerebrales, la ATC se utiliza con mayor frecuencia por su alta sensibilidad y especificidad. (10)

Año de publicación:

2020

Keywords:

  • Infarto Cerebral
  • Choque hemorrágico
  • HIPERTENSIÓN
  • ECUADOR
  • Malformaciones arteriovenosas
  • FACTORES DE RIESGO
  • CANTÓN GUAYAQUIL
  • Hospital De Especialidades Dr. Teodoro Maldonado Carbo
  • OBESIDAD
  • diabetes mellitus
  • ACCIDENTE CEREBROVASCULAR

Fuente:

rraaerraae

Tipo de documento:

Bachelor Thesis

Estado:

Acceso abierto

Áreas de conocimiento:

  • Obesidad
  • Epidemiología

Áreas temáticas de Dewey:

  • Fisiología humana
  • Salud y seguridad personal
  • Enfermedades