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Correlación de personalidad tipo a y agresividad como rasgo con hipertensión arterial esencial en pacientes controlados en los centros de atención ambulatoria del IESS El Batán y Cotocollao de junio a septiembre del 2015

Abstract:

La hipertensión arterial esencial es una de las enfermedades más prevalentes, presente sobre todo en pacientes mayores a 50 años, y es responsable de una gran morbi-mortalidad a nivel mundial. Respecto a sus factores etiológicos varios se han identificado mientras que otros se han sugerido, como la personalidad tipo A, pero con resultados contradictorios. Además se han involucrado rasgos específicos de personalidad como la agresividad, que en varios estudios han demostrado una asociación más fuerte con el desarrollo de hipertensión. Objetivo: Determinar la relación existente entre la presencia de personalidad tipo A y puntajes elevados de agresividad como rasgo con la aparición de hipertensión arterial esencial en adultos en comparación con la diabetes mellitus tipo 2, otra enfermedad crónica no transmisible. Métodos: Se realizó un estudio de casos y controles, en el cual se incluyeron 119 pacientes hipertensos y 81 diabéticos no hipertensos, obteniendo la muestra mediante muestreo aleatorio. A cada paciente se le aplico dos encuestas: cuestionario de agresividad de Buss y Perry y la escala de valoración del patrón de conducta tipo A de Framingham. Para el análisis de datos se utilizó el programa estadístico IBM SPSS 2006, Inc. Versión 15.0. Resultados: La población estudiada constó de 85 (42,5 %) hombres y 115 (57,5 %) mujeres con una media de edad de 67 años. Respecto a la personalidad tipo A, se halló una prevalencia del 38 % en la población estudiada. En cuanto a la agresividad, se determinó que un 12 % tenía valores elevados y 4,5 % valores muy elevados. La personalidad tipo A se asoció significativamente con la presencia de hipertensión arterial con un OR de 1,84 (IC 95 %: 1,01 - 3,35; p: 0,044). Se observó que la personalidad tipo A se encuentra preferentemente en mujeres, además la presencia de la misma aumenta el riesgo de un mal control de cifras tensionales a pesar del tratamiento. La agresividad se asoció significativamente con la presencia de hipertensión encontrándose un Chi2 de 15,18 (p: 0,01). Al realizar un modelo de regresión logística la personalidad tipo A mantiene un exponencial de B de 1,84 (p: 0,045) a diferencia de la agresividad como rasgo que no demostró significancia en ninguno de los niveles de agresividad establecido (bajo 0,442; promedio bajo 0,635; promedio 0,297; promedio alto 0,241; elevado 0,943). Conclusiones: La personalidad tipo A tiene un rol dentro de la etiopatogenia de la hipertensión arterial esencial y en el control tensional luego del diagnóstico en comparación con la diabetes mellitus, pero sin el impacto que tienen otros factores etiopatogénicos. Un mayor grado de agresividad así como un grado elevado de sus componentes no es un factor de riesgo independiente para la aparición de hipertensión arterial en comparación a pacientes diabéticos no hipertensos.